sábado, 27 de septiembre de 2008

Trabajo joven por obligación, necesidad o gusto

En nuestra sociedad, los niños y adolescentes (en un número que se incrementa) ya sea por obligación de sus padres, necesidad o gusto, trabajan y a la vez cursan un nivel educativo. Están obligados a aceptar empleos en los cuales ganan en negro, trabajan en malas condiciones de salubridad o deben conformarse con pagos precarios. A pesar que no es bien visto el trabajo de adolescentes, y menos aún el de niños, estos igualmente lo ejercen; por ello sería destacable que el Estado realice mayores controles para evitar el trabajo infantil, y en cuanto a los jóvenes, darles mejores oportunidades laborales.

Hay ciertos requisitos que deben respetarse, como los que exige la DGPDT:

-Nota de la empleadora manifestando el motivo de su petición (ej. Justificación de la extensión de jornada horaria).
-Contrato de trabajo del que debe surgir la actividad que realizará el adolescente, los días que trabajará, el horario, el sueldo y ART contratada.
-Autorización a trabajar firmada por los padres.
-Certificado médico que acredite la aptitud física a trabajar.
-Certificado de alumno regular.
-Una vez recibida la documentación, se cita a los padres a ratificar su autorización, debiendo presentarse con documentos que acrediten la identidad de ambos y del adolescente y la partida de nacimiento de este último.

Igualmente, si deseáramos un mejor nivel educativo para todos, no deberían permitir la inserción de los adolescentes al mundo laboral. Tal el caso que enseñaremos a continuación, un empleo disminuye la cantidad de tiempo que un joven puede dedicarle al estudio y más, tratándose de trabajos forzosos o de varias horas.

Entre los tantos ejemplos de este tipo, Soledad Díaz, de 18 años, nos contó su situación:

“Empecé a trabajar en Febrero, en la Planta Tubo como filetera, y a la vez estudio en la Escuela Media Nº 5. En cuanto a los horarios de trabajo no son fijos, puedo entrar tanto a las dos de la mañana como a las doce del mediodía, por ejemplo. Sin embargo, generalmente empiezo a las cuatro de la mañana hasta las seis de la tarde, pero salgo dos horas antes porque tengo que ir al Colegio. Cuando salgo de la Escuela llego a mi casa a las diez de la noche; entre que como y hago otras cosas me acuesto a las doce y a las tres de la mañana me levanto para ir a trabajar. Esa es toda mi vida, no disfruto de nada porque me la paso encerrada en la fábrica. Lo que yo hago es envasar el pescado en cajas con hielo, agua y sal, así que imaginate como me quedan las manos, y más lo sufro en pleno invierno. De las 10 o 15 horas que trabajo, tengo sólo un receso de 15 minutos. Lo que me insita a seguir con este trabajo es el sueldo, gano muy bien, trabajo de lunes a sábados y saco $ 700.”

-Siendo tan sacrificado lo que haces, ¿lo realizas por necesidad?
No, mi papá es estibador, gana $ 2000 por semana. Yo decidí trabajar porque no me gusta ser una mantenida, no me siento bien pidiendo plata.

-¿Cómo vas con el Colegio?
En el primer trimestre desaprobé cuatro materias y en el segundo una. La verdad que no se como hago, porque prácticamente no tengo tiempo; encima hay semanas que también trabajo los domingos.

-¿Tenés pensado seguir alguna carrera?
No, termino el Polimodal y seguramente siga trabajando en la fábrica. Sigo estudiando por una promesa que le hice a mi mamá, si fuese por mi ya hubiese dejado. Además, repetí dos veces, en primero y segundo de Polimodal por la típica rebeldía que te ataca en la adolescencia.

¿Cómo conseguiste este empleo?
Mi prima me lo recomendó, porque ella hace cinco años que trabaja ahí. Igualmente toda mi familia trabaja con el pescado, ya que vivimos en el puerto. Quizás, para cualquiera que no vive en esa zona, es difícil acostumbrarse a este tipo de rutina, pero para nosotros es lo más natural del mundo.

¿Trabajan muchos chicos con vos?
En la fábrica en la que estoy yo, la mayoría son personas de 20 años en adelante, pero en otras, hay chicos de 13 años que llegan a ganar $1.200 por semana, porque son los más rápidos empaquetando cajas, ya que te pagan por la cantidad de paquetes. También hay un chico de 18 años que estudia al igual que yo y trabaja de tres de la mañana hasta las cinco de la tarde.

¿Están haciendo sus tareas en blanco, reconocidos por el marco jurídico?
No, pero nos están por blanquear porque SENASA está haciendo muchos controles.

-Si prácticamente no dormís, ¿tenés tiempo para salir los fines de semana?
Si, los sábados nada más. Antes salía todos los fines de semana, pero ahora lo hago muy de vez en cuando. Por ejemplo, mis compañeras me pidieron que sea parte del grupo de handball, pero no tengo tiempo. Puedo pedir permiso en la fábrica, lo que pasa es que no quiero perder horas; no porque me guste mucho si no para no ganar menos ya que además de gastar la plata para mis cosas, ayudo en mi casa.

No hay comentarios: