sábado, 20 de octubre de 2007

Drogas: lugar distinto o más de lo mismo


Al momento de abordar esta problemática, se planteó una seria discusión en la redacción de la revista: la conclusión fue que todos los informes sobre el tema son muy similares y refieren a lo mismo. Es que la realidad es terrible y cuesta mucho escaparse de los datos que nos brinda. Por ello, decidimos publicar uno de los más actualizados informes estadísticos y, a continuación, el testimonio directo de un ex consumidor, a quien le agradecemos por su valentía.

El consumo de drogas es cada vez más alarmante entre los adolescentes, como consecuencia de un conjunto de factores que deben ser decididamente enfrentados. Este año, 16.740 alumnos del ciclo Polimodal en Escuelas bonaerenses admitieron haber fumado marihuana y otros 4.140 reconocieron haber consumido cocaína, según una encuesta realizada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) para la Subsecretaría de Atención de las Adicciones de la provincia de Buenos Aires.

Estas cifras, que corresponden a colegios públicos y privados, revelan que hay un aumento en el consumo de estupefacientes en jóvenes que están a punto de ingresar en la Universidad. En 2005, el 15 por ciento de los alumnos dijo que había fumado marihuana; ahora, ese porcentaje subió al 18,6. Algo similar ocurre con el consumo de cocaína. En 2005, el 3,5 por ciento de los estudiantes había admitido haber aspirado esa droga; este año lo hizo el 4,6 por ciento. Aumentó notablemente la oferta de drogas, y esto implica que ya la Argentina dejó de ser un país de tránsito y pasó a ser un considerable centro de consumo, con toda la trama de delitos, marginación y violencia que esto implica.

Por otro lado, se está difundiendo de un modo explosivo el uso de sustancias tóxicas, como es el caso de la pasta base de cocaína conocida como paco; la cual es sumamente adictiva y de reducido costo, y quienes la consumen quedan expuestos a alteraciones a nivel de la neurotransmisión cerebral con posibilidades de presentar convulsiones, disfunciones cardíacas y pulmonares, síntomas psicóticos (alucinaciones), excitación psicomotriz, ideas paranoides, distorsión de la realidad, acciones compulsivas.

También se presentan trastornos en el sueño y disfunciones sexuales graves (falta de deseo y dificultades en la erección). Tanto los adolescentes pertenecientes a hogares de ingresos bajos, medios y altos.Cada vez más, el mundo de las drogas está al alcance de los jóvenes. Y muchos son los factores de riesgo que los tornan vulnerables, como la falta de educación y de información adecuada sobre los efectos de los estupefacientes. También influyen negativamente la desunión de la familia y la falta de diálogo entre padres e hijos, así como los entornos sociales, los mensajes distorsivos emitidos por los medios de comunicación (sobre todo, la televisión), la deserción escolar y la falta de trabajo, entre muchos otros.

Hay drogas en 4 de cada 10 accidentes, en el 75% de las acciones violentas y en el 35% de las detenciones policiales. Ante esto, los desafíos son grandes. Es necesario tanto un combate más efectivo contra el narcotráfico como más programas para la recuperación de los jóvenes drogadictos y para la prevención entre los que no lo son. La obligación no es solamente del estado, si no que todos debemos interferir en esta problemática en al cual se pone en juego buena parte de nuestro futuro como sociedad.

Entrevista a Abel (28)

¿A qué edad empezaste a consumir?

-Yo empecé a consumir a los 14 años. Éramos un grupo de amigos, uno dijo “che por que
no probamos el porro para saber como es”, y todos dijimos que si por curiosidad, solo para
saber que efecto nos daba. Como te dije todos teníamos entre 14 y 16 años, nadie sabía bien lo que estábamos haciendo.

¿Qué más consumiste?

-Empecé a consumir marihuana y después cocaína. El porro nos parecía poco entonces empezamos con la cocaína.

¿Qué efecto te hace cada una?

-Y, mirá con el porro te reís de todo, te parece que todo está bien, te agarra hambre, y sed. En cambio la cocaína es muy diferente: estas más despierto y con energía. Es típico de la coca tener muchas ganas de hablar. Se dilatan las pupilas, el corazón va deprisa, la sangre también y se tiene más calor. No a todas las personas les hace el mismo efecto. La mayoría de mis amigos que probaron conmigo hoy están robando, vendiendo las pocas cosas que tienen o las de la familia para poder comprar esa droga que para ellos es tan necesaria.

¿Dónde conseguían las drogas?

Las drogas las conseguís en cualquier lugar, puede ser en el barrio, a la vuelta de tu casa o
en el boliche más caro y de mejor nivel. El precio de las drogas depende de su variedad y cantidad. En mi caso yo compraba dos porros por $5 y la cocaína es mucho más cara, de $10 en adelante.

¿Qué diferencia tienen las drogas de acá con las que hacen en otros países?

La diferencia es la calidad de cada uno. El caso de la coca, por ejemplo en Bolivia conseguís drogas puras. Las que hacen en la Argentina o en Mar del Plata son todos rejuntes de otras sustancias que te llevan a la muerte. Y en el caso de la marihuana no hay diferencia porque hay muchas personas que tiene su propia planta en la casa.

¿Alguna vez robaste para comprar?

No, nunca. Tampoco lo haría y jamás tuve problemas con la policía.

¿Te podes recuperar de la adicción? (¿cómo?)

Es muy difícil que te puedas recuperar, tenés que ser muy fuerte y te tienen que ayudar.
Pero toda la voluntad la tiene que poner uno, sino no llegas a ningún lado. Yo por suerte no soy un consumidor masivo ya que gracias al apoyo de mi mujer hoy veo las cosas de otra
manera. Nunca más volvería a consumir cocaína, te autodestruís solo y no tenés límites, la marihuana a veces te tienta.

¿Qué les dirías a los chicos que tienen curiosidad de probar o que ya están sumergidos en este mundo?

Yo les diría que piensen muchos antes de hacer las cosas, porque una vez que entras es muy difícil salir. Que no se dejen llevar por sus amigos o compañeros y que traten de rodearse con buenas juntas. Un verdadero amigo es aquel que te quiere ver bien y sano.

Nadia López / Carolina D' alessandro

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